Hippies en la actualidad, casi como en los sesentas

El movimiento hippie existe desde los 60 y desde entonces no ha parado de evolucionar. Si bien su ideología mantiene las bases y la cultura hippie sigue vigente (con sus idas y vueltas, claro, como buena tendencia, pero manteniendo a los hippies en la actualidad) esta moda (o religión, como les gusta llamarla a algunos) permite que los hippies en la actualidad continúen compartiendo sus características y preceptos al mundo entero.

Un concepto que viajó hasta los hippies en la actualidad, en un vehículo hecho a mano

En la década del sesenta surgió el concepto de “Hazlo tú mismo” (Do it yourself o la conocida abreviación DIY), como parte de la recién nacida y creciente contracultura hippie. Se convirtió en un nuevo hábito dentro de las familias y las casas norteamericanas: hacer, crear o reparar las cosas uno mismo, con sus propias manos o bien, emprender proyectos creativos sin la ayuda de especialistas o profesionales. Con el paso del tiempo, el término Do it yourself comenzó a usarse no sólo como referencia a una habilidad artesanal económica, sino más bien como un nuevo estilo de vida que modificó los procesos de fabricación, producción y por ende, de consumo, de un mercado capitalista.

Lo  lógica principal del concepto del DIY consistió siempre en descubrir e incentivar las oportunidades y habilidades que cada quien tiene para lograr resolver situaciones o problemas sin la necesidad de recurrir a marcas, a cosas hechas, a grandes estructuras o corporaciones, o bien o a empresas internacionales o inclusive a instituciones o a producción de carácter masivo. Desde la posibilidad de realizar trabajos pequeños de carpintería básica, o de fontanería o construir, o bien, crear, diseñar, producir y hacer, para luego distribuir, promover y vender algo. Desde objetos hasta arte, música, prendas de vestir o cualquier producto, siempre y cuando sea hecho por uno mismo.

Y así comenzó a funcionar una porción de la sociedad, con un mercado de consumo y un sistema, en paralelo al sistema tradicional. Lo monstruoso contra lo pequeño, lo tradicional contra lo original, lo corporativo contra lo artesanal. Estos dos grupos comenzaron a convivir y a servir o reaccionar el uno contra el otro.

Hablamos de una época del pasado, de un tiempo anterior que nos remonta… ¡al presente! ¡a los hippies en la actualidad! ¿a poco no podrían creer que nos referimos a nuestro día a día, a una actualidad que busca predicar preceptos esenciales? Pues no, hablamos de los sesentas y nos remontamos hasta el hoy.

Compartiendo las bases y también algunas herramientas de la modernidad hippie

Para comprender los orígenes contraculturales de este estilo de vida, es importante y necesario viajar casi cincuenta años para atrás en el tiempo. Stewart Brand, era un hombre común y corriente, que en el año 1968, publicó un pequeño periódico tipo revista, tipo boletín o gaceta, realizada solamente (en aquellas épocas no era poca cosa) con una máquina de escribir y una cámara Polaroid, la cual tituló Whole Earth Catalog, dedicada a describir productos y a publicar artículos o ensayos relacionados con temas como la la lógica DIY, la educación alternativa, el cuidado del planeta, la ecología, la sustentabilidad y la vida autosuficiente. Temas interesantes pero también novedosos para la época. Porque si bien para cierto sector de la población era cosa de todos los días, este tipo de movimientos estaba comenzando a tomar importancia. 

Lo que Brand generó con este tipo de publicaciones fue poner varios interrogantes sobre la mesa. ¿Por qué elegimos algunos productos por sobre otros? ¿Qué es lo que nos lleva a elegir esos productos y no otros? ¿Qué mueve el consumo y qué nos mueve a nosotros como consumidores? ¿Qué información es la que necesitamos para elegir? ¿Estamos obteniendo esa información o compramos por comprar? Y demás interrogantes que hasta entonces nadie se había preguntado. Claro, debemos entender que recién se estaba entrando a una era de consumo y consumo, luego de los cincuentas, tiempos en los cuales las fábricas tuvieron un rol estelar; ellas y la producción en masa.

Si bien el concepto de hazlo tú mismo es palabra de todos los días, este hombre, sus publicaciones y sus seguidores, fueron probablemente de los primeros, personas y documentos en poner en palabras y acciones parte de los principios del DIY. El gran Steve Jobs comentó una vez en una entrevista, que el catálogo “fue una especie de Google en papel, 35 años antes de que Google llegara a existir: era idealista y abundante en herramientas eficientes y grandes nociones”. Un precursor, un vanguardista. Un hippie que marcó la historia. Parece un hippie en la actualidad, y sin embargo fue un precursor de tiempos pasados.

El precursor de un cambio de era

Podemos ver a esta nueva pero antigua (a la vez) tendencia de hacer las cosas por uno mismo como, en cierto modo, la esencia del desarrollo de cualquier sociedad evolucionada. Fue claro y evidente que el catálogo de Brand fue la pieza que fundó y sembró la semilla del DIY como un ejercicio consciente. Como una práctica necesaria que apoyaba al cien por ciento las bases de la ideología Hippie. A la vez, y no se sorprendan, no fueron pocos quieren creyeron que los interrogantes planteados en el boletín y las  preocupaciones que planteó este señor acerca del consumo y la forma de encarar la situación en publicaciones como el Whole Earth Catalog fueron antecedentes claves para el desarrollo del Internet en el mundo. Parece extraño creer que una publicación tradicional, impresa, de pocas páginas y algunas reflexiones pudiéramos relacionarla con la creación de algo tan determinante para la historia como el nacimiento del internet, pero el párrafo siguiente explicará un poco más de dónde viene este razonamiento o planteo.

La idea de contar con un espacio virtual, en donde se pudiera almacenar y acceder a múltiples y diversos saberes y respuestas, que estuvieran disponibles para todo aquel que pudiera estar conectado a esta red, es uno de los preceptos básicos de lo sustentable, y del internet, ¿o no?. Renovable, almacenable, reusable. Más coherente con las bases, imposible. Crees que hablamos de las bases del hippismo… bueno, también, pero no solamente. Lo mencionado anteriormente es lo que proponía y propone el Internet, ser una especie de catálogo virtual y colectivo, repleto de información, capaz de impulsar infinitos vínculos entre infinitas y variadas personas. Personas independientes conectados en un mismo espacio, que en realidad no existe, o bueno, sí existe pero a nivel virtual. Fue por un tiempo, un planteo muy diferente del que proponen las empresas y los mercados. Los últimos proponen el acaparar, el separar el consumo para generar nichos, y en cambio y en contraste, el ofrecer la posibilidad de compartir el conocimiento entre todos sus usuarios, fue algo novedoso, único y que vino en un inicio, a plantear el internet; por lo menos en su nacimiento. Y no solamente, podemos dar como ejemplo la larga lista de sitios web que pueden leer o visitar los hippies en la actualidad, que se dedican a explicar cómo hacer prácticamente todo. Blogs con tutoriales acerca de cómo tejer a crochet, páginas enteras explicando cómo fabricar una mesa, o una silla, o cómo reparar ambas; cómo ser mejores en, cómo reciclar y reusar todo, desde bolsas, hasta botellas, hasta restos de frutas o verduras.

Avances tecnológicos que nos llevan desde los orígenes hasta los hippies en la actualidad

Desde los últimos años, sobre todo en el siglo pasado, el DIY se fue convirtiendo en una forma y estilo de vida que incluye, primeramente, un enfoque diferente y un cambio rotundo; el verdadero cambio reside en el comenzar a aprender hábitos e incorporar habilidades manuales olvidadas, no para las abuelas ni las bisabuelas, sino para las nuevas generaciones.El Do It Yorself propone la simple y sencilla idea de que las personas pueden ser (porque realmente lo son) capaces de encarar una resolución de un problema, de ocuparse por sí mismas de reparar o hacer, implicando el menor gasto posible. Ya sea pensando en la economía personal o en la global (porque claro, muchas de una crean la otra) el hecho de comenzar a reducir los niveles de consumo, tiene una buena intención. Da igual si el objetivo está centrado en perjudicar a las grandes industrias o beneficiar a las pequeñas comunidades de hippies en la actualidad, la esencia de todo esto, desde un principio, siempre ha sido el bien común; y si ese común son unos pocos y no son adinerados, pues mejor.

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