¿Somos hippies actuales?

Muchas culturas, contraculturas y subculturas han dejado huella en el mundo, eso es innegable. Costumbres, ideologías, pensamientos, rituales, máximas, premisas y posturas políticas, han sobrevivido a la vertiginosa velocidad con la todo cambia. Somos y seremos parte de nuestra historia, y regresaremos, las veces que sean necesarias, a ella; al compás de un movimiento que en moda y tendencia, danza al ritmo. Hay mucho que descubrir y rescatar de aquello que quedó atrás. Hoy el mundo necesita de ciertos valores que parecieran olvidados. El amor, la libertad, el cuestionamiento de las normas establecidas, la lucha por la igualdad, por el libre albedrío, el deseo de exploración, el desapego a lo material, encontrar nuevas formas para relacionarnos con los otros, suenan a conceptos nuevos, sin embargo, existió un movimiento que habló de todos y que pareciera que hoy está más vivo que nunca. Sabes de lo que hablamos, entiendes de estos valores y principios, porque tú y yo y nosotros, somos hippies actuales.

Hippies modernos y el nuevo nomadismo

El movimiento hippie se caracterizaba por el deseo constante de viajar y, sobre todo, de viajar ligero. La tendencia de los viajeros de hoy es exactamente la misma. La cultura hippie buscaba el autodescubrimiento, los hippies actuales de hoy también.

El mundo y su ruido nos obligan a estar en constante movimiento, por eso buscamos la calma en la lejanía y en el silencio. El lifestyle hippie era hacer maletas y emprender la búsqueda a encontrar nuevos lugares, nuevas culturas, nuevas formas de ver la vida, ¿acaso no estamos haciendo lo mismo, amigos hippies actuales? La moda hippie, que pareciera ser de nuevo una moda, era subirse a un auto, agarrar camino, parar en lugares baratos o gratuitos, experimentar el mundo, las emociones, las percepciones y conectar de adentro a afuera y viceversa. Si bien hoy lo hacemos de forma distinta, ayudados con smartphones, apps, GPS, listas de reproducción descargables, y conectividad con el mundo digital a donde sea que vayamos, es evidente que queremos lo mismo. Es obvio que seguimos siendo hippies pero actuales, incorporando la tecnología y las nuevas costumbres, a los valores de antaño. No es un tema de comparación, es una reflexión profunda de lo que somos, en lo que nos estamos convirtiendo o en lo que estamos regresando a ser. Caminamos, subimos, bajamos, seguimos los pasos de otros y encontramos nuevos caminos. Los hippies de los 60, famosos por su forma de recorrer el mundo, estarían muy orgullosos de nosotros, los hippies actuales, quienes llevamos en el pecho la ideología que hizo historia.

Menos es más, para los hippies de hoy, los de los 60 y para todos

Los hippies cuestionaban el consumo excesivo de lo material, y filosófico o no, vuelve a ser una tendencia. Por eso nos llamo hippies actuales, porque más allá de la moda, llevamos esa misma camiseta puesta.

Las actuales generaciones nos estamos desprendiendo de aquello que las generaciones después de los hippies persiguieron, y han perseguido: querer más, comprar más, endeudarse más para trabajar más y quedar atrapados en ese loop. Día con día vemos a más jóvenes sin autos, dueños de menos de lo que tenían sus padres a su edad, con pertenencias que caben en unas cuantas maletas, listas para hacerse, listas para moverse, listas para cambiar de lugar. Menos es más, pero también menos es menos, y la cultura hippie lo sabía desde antes que nosotros. Menos ataduras son más experiencias, menos ropa son menos kilos que cargar en los brazos o en las espaldas, menos deudas son menos preocupaciones. Menos, siempre menos y por ende siempre más. Este estandarte lo entendemos los hippies actuales y predicamos con el ejemplo.

Esto también se ve reflejado en los trabajos, cada vez son más las personas que renuncian a las oficinas y a los estrictos horarios laborales; cuatro paredes encierran, un escritorio aprisiona, hay mundo afuera que pide a gritos ser explorado. Ninguna cantidad de dinero compra la libertad. Que nos cuestionen, que nos critiquen, que nos llamen hippies actuales, si así lo quieren.

Queremos comunidades (los hippies actuales también)

Otra de las características de la cultura hippie era el sentido de comunidad. Los hippies creaban espacios y ambientes propicios para que todas las personas que formaran parte del movimiento pudieran encontrar su lugar. Obviamente el amor y la paz era la máxima premisa en ellas. Este sentido de comunidad también vuelve con fuerza. Estamos tan conectados con todo como desconectados de todos. Queremos formar parte de algo, buscar nuestra tribu, personas que compartan nuestros mismos valores y nuestra perspectiva de la vida. Juntarnos con otros hippies actuales como nosotros, y vivir en comunidad.

Y la verdad es que hay de todo para todos. Existen desde las comunidades hippies en lugares remotos del mundo, hasta comunidades digitales. El estilo hippie cambia y el estilo hippie permanece. Nos unimos en comunidades para cuestionar lo que nos rodea, para luchar por las causas que se creían perdidas, para pelear con fuerza (otra vez) por aquello que se peleó desde siempre y que en algún momento quedó en segundo plano. Ya no queremos sexismo, racismo, homofobia, políticas rígidas, la supremacía de la clase alta que reprime a las clases medias y bajas, queremos igualdad, queremos libertad. Los hippies de los 60 nos aplauden con fuerza.

Los hippies actuales regresan a lo natural

La cultura hippie también tuvo siempre esta tendencia a lo natural: usar lo natural, proteger lo natural, consumir lo natural. Las drogas, el contacto con la naturaleza y con nuestra propia naturaleza humana fueron, en su tiempo, la moda hippie y hoy vuelven a nosotros, los hippies actuales. Queremos alejarnos de los edificios, del concreto, del ruido de los autos, de las grandes ciudades; queremos pastos verdes, tierras cafés, cielos azules, espacios abiertos. Por cierto, ¿recuerdan que los hippies fueron criticados por el uso de la mariguana? Bueno, tal ha sido la lucha, y el cambio, que en muchas partes del mundo es legal consumirla en la vía pública. El hippie lifestyle es el nuevo lifestyle. El viejo estilo, es el nuevo estilo. Todo lo que se fue, vuelve. Todo lo que viene, va. Todo lo que es, será. Y será nuestro, de los hippies actuales.

El mundo volverá a ser de los hippies o los hippies volverán a ser del mundo, ¿o nosotros somos los hippies actuales? Quizá nunca lo sabremos, o sí, por ahora dejemos pasar unos años más y si también es necesario morir en el intento, entonces hagámoslo.

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