Hippies y minimales: dos perfiles, modas, tendencias, y estilos hippies que están muy presentes. Que siguen siendo actuales a pesar de no haber nacido en estos tiempos. ¿Por qué ocurre lo anteriormente mencionado? Creemos que tiene que ver con los valores de ambos perfiles y cómo aportan o pueden aportar estilos de vida, comportamientos, y estilos en general a nuestro día a día actual.
Vivimos en un día a día y un entorno acostumbrados a querer más. Percibimos el tener más con el poder más, con el lograr más. Más riqueza, más posesiones, más ropa, más viajes, casas más grandes, celulares más nuevos, coches más caros. Terminamos creyendo entonces que tener más, nos terminará haciendo más felices. Y gastamos gran parte de nuestro dinero en objetos, cosas o actividades que solo nos otorgan felicidad temporal que lo único que hace es dejarnos en ceros al final de cada mes. Después de haber recorrido ya nuestra página, estarás de acuerdo en que nada de lo anterior tiene que ver con el estilo hippie.
Lo dicen las investigaciones, los datos… ¡y hasta lo grita el estilo hippie!
Existen estudios realizados por 75 años, por Maestros y Doctores sumamente capacitados y preparados, en la Universidad de Harvard, que luego de años y años y personas y personas, terminaron concluyendo lo mismo que concluyeron los Beatles luego de algunas horas de inspiración y composición: All you need is love.
Claro, seguro estás pensando que del amor no se vive, ni se come ni se pagan las cuentas (¡alerta! ¡falta de estilo hippie!). Es evidente que al vivir en sociedad existen compromisos y servicios que pagar, y es claro que necesitamos de cosas, objetos, materiales; pero es clave detenernos a pensar en el verdadero propósito de lo que compramos, sobre todo si nuestras finanzas personales no son las mejores o están limitadas. Cuánto nos gana la ola del consumismo y cuánto peso tienen nuestros valores y principios. Jim Carey lo dijo mejor que nadie: “Espero que todos pudieran ser ricos, famosos y dueños de todo lo que siempre soñaron, solo para que supieran que esa no es la respuesta”. Y no forma parte del clan, pero no nos digan que no es un comentario con total estilo hippie…
El minimalismo y otros principios básicos, muy hippies, y muy famosos de la historia, del arte y la arquitectura, pero también en la vida
El minimalismo es un concepto que lo vemos más que nada en decoración, arquitectura y arte, pero en los últimos años se ha convertido en una tendencia que para muchos, comenzó a marcar sus estilos de vida. Comenzó a salirse de la decoración y el arte para entrar en la escritura, la música, la enseñanza, la comida y hasta la vestimenta. El minimalismo aplicado a todas las formas y estilos de vida, no únicamente basándonos en un estilo hippie, sino, en una forma consciente de vivir el día a día. Si lo resumimos, ser minimalista es usar el dinero, la energía y el tiempo, para lo que da y aporta valor y significado a la vida. Es dejar de lado lo material como objeto de relleno, para dar lugar a lo espiritual, a lo esencial, a lo importante.
El estilo hippie. Lo que acabamos de describir es, señores y señoras, el estilo hippie en su mínima expresión (ja, hasta las descripciones también pueden ser minimalistas). Una forma y tendencia que se extendió a lo largo de los años, desplegando sus alas de limpieza, de conciencia, de cuidado y de cuidar. Un concepto con estilo y de estilo que propone, desde entonces y hasta ahora, la mínima expresión que proyecta muchísimo más.
Tres preceptos del estilo hippie que te ayudarán a organizar tus finanzas y mejorarán tu vida
1. La pregunta es la respuesta: Cuestiona
¿Qué es lo que quiero? ¿Qué es lo que quiero ver al abrir mis ojos al despertarme? ¿Necesito todo lo que tengo? ¿Eso que se me antoja, es antojo o es necesidad? ¿Seré más feliz luego de obtenerlo? ¿o es mejor destinar dinero, tiempo y espacio en algo más, en algo mejor? Hacernos estas y más preguntas nos puede ahorrar mucho. Mucho espacio en casa, nuestras mochilas, nuestras paredes; tiempo, que dedicamos a buscar, a recorrer, a evaluar, a comprar; y miles y miles de pesos que destinamos a cosas que en general no necesitamos y que podríamos destinar a algo más valioso como en ahorro, en seguros de salud, en alguna inversión interesante o en ese viaje al que le tenemos ganas hace mucho y no tuvimos el tiempo o el dinero para hacerlo (y acabas de entender por qué no).
2. Ya te entendiste, ahora: Simplifica
Y empieza como empezaría el estilo hippie, por ti. Miráte al espejo y luego a tu closet, a tus ganchos y tus cajones. Selecciona, ordena, pruébate todo. Deja ir. Y hasta vende.
Haz lugar para cosas nuevas, deja ir las que ya no usas porque no te quedan, ya no van contigo, o porque ya no quieres. Regala y dona. ¡Vende! Y usa ese dinero para otra cosa (¡otra vez el viaje!). Sal de tu closet y sigue con tu sale, tus adornos, tus mantas y acolchados, los juguetes de tus hijos si tienes; tu cocina ¿cuánta vajilla necesitas? El espacio libre es como esos huecos de silencio que puedes tener con algún amigo; hacen bien, ayudan, disfrútalos.
3. Eres libre y ya estás liviano, ahora: Disfruta
Empieza a disfrutar al estilo hippie. Pasa tiempo con tus amigos o tu familia, camina o corre, o ve películas, o lee un libro; cocina, aprende, dis fru ta.
Entiende que la felicidad esencial es gratuita y fácil de encontrar. Comienza a disfrutar las experiencias y vivencias en vez de lo material, para querer vivir más en vez de comprar más. Ahorra tiempo y dinero, para usarlo en lo que de verdad importa: tú y tu vida.
En resumen: lo importante es la forma y que sea corta
Claro, lo dijimos y lo sabemos: no vivimos en la mitad de la nada con una vaca y una plantación de vegetales como para vivir de lo que sembramos, como sería si viviéramos al estilo hippie. Por lo menos no la mayoría de nosotros. Tenemos muy claro que no solo utilizamos el dinero en superficialidades. Los servicios básicos como la electricidad, el gas, el agua, la renta o el pago de la hipoteca, las escuelas, la comida, los servicios de internet y cable, servicios adicionales que se convierten en nuestro día a día (como actividades, gimnasio, servicio de series y películas, salidas, planes, etc.) y demás gastos que implica la vida en ciudades. No todo son compras de impulso, pero si cambiamos el foco, aplicar estos consejos nos servirán como individuos y como sociedad, porque si todo lo que necesitamos es amor, pues, es gratis y podemos encontrarlo prácticamente en todos lados. Si vamos a soltar, soltemos, cosas materiales, objetos, prendas, pero por favor, no dejen de lado el estilo hippie, el cual grita minimalismo en todas sus puntas.